Sólo me iba a quedar 1 año y ya van 6.

Cuando me mudé a Barcelona nunca pensé que me quedaría a vivir por muchos años aquí.

Incluso cuando me despedí de mis amigos y familiares les dije “no estén tristes, en 1 año estoy de vuelta” (algunos amigos me miraron incrédulos, otros con miradas pitonisas).

Pero aún sabiendo que volvería a Perú ??, renuncié a todo, incluyendo a mi trabajo. Difícil decisión en verdad. ¿Lo harías tu también?

Pero a pesar que fue difícil hacerlo, fue lo mejor para mi. ¿Por qué? Porque viajé sin ataduras, libre y sin apegos.

Ya un ex jefe me había dicho “Patricia, vuela. Renuncia a tu trabajo, a todo. No te vas a arrepentir”. Esas palabas fueron claves en mi decisión.

Te cuento, yo quería que mi entonces centro de trabajo me espere 1 año, que me de una licencia por ese tiempo. Me costaba asimilar que iba a perderlo, y con tanto esfuerzo que me costó tenerlo.

Pero bueno, renuncié, le hice caso a mi ex jefe. Y sí, fue lo mejor, lo reafirmo y brindo por eso.

Cuando viajes, viaja libre, dispuest@ a aceptar nuevos retos y todo lo que te ofrecerá tu hogar lejos de casa.

Viaja dispuest@ a aprovechar las oportunidades, a corto o largo plazo pueden aparecer. Créeme que así será.

Porque si vienes con un tiempo determinado “en la cabeza”, quizás dejes pasar oportunidades, dejes de conocer personas, dejes de disfrutar el momento.

Pero tranquil@, si al finalizar tu proyecto en tu nueva ciudad sientes que es momento de volver, pues hazlo. Al menos supiste disfrutar cada momento sin pensar en el “tengo que volver”.

Si quieres volar hazlo aunque cueste la renuncia a todo.

Vuela libre y deja que el destino decida cuando es tiempo de volver o no.

Vuela libre y con apertura, puede que luego de algunos años te veas escribiendo un post como éste (o seguro mucho mejor).

Vibras mediterráneas,

Patricia

#vuelalibre