¿Quién te espera en casa cuando vives en otro país? 

Esta pregunta la he tenido en la mente por varios días durante mis vacaciones de verano. Y creo que tiene un significado profundo cuando vives lejos de casa ✈️

Cuando viajas por vacaciones fuera de tu ciudad sabes que cuando ellas terminen volverás a tu hogar, junto a tu familia, amigos, comida, costumbres y rutina. Esto cambia cuando vives en otro país: ya van 6 años que vivo en Barcelona y en cada retorno vacacional siento que regreso a Lima pero no es así, regreso a mi nuevo hogar lejos de todas mis costumbres. Es un sentimiento confuso, nostálgico pero a la vez alentador.

Confuso porque a veces te olvidas que ya “cruzaste el charco” y vives en otro país. 

La semana pasada estuve en Nápoles 🇮🇹 de vacaciones junto con mis padres. Eran interminables las conversaciones sobre la ciudad italiana y muchas veces la comparábamos con “nuestro segundo hogar” mencionando el nombre de nuestro país: ”Mira el metro, en Lima no es así, digo en Barcelona”,  “Cuando volvamos a Lima tenemos que visitar las playas del sur, digo a Barcelona”, “En Lima no está haciendo tanto calor, ah Barcelona quise decir”. Y así varias veces (las últimas ya no nos corregíamos).

Nostálgico porque regresas a tu segundo hogar y no tienes esos reencuentros esperados “como antes”.

Si no tienes familia o amigos puede que sientas una mezcla de emociones y si vives solo, la pena puede ser mayor. A veces anhelas que te esperen de regreso, ¿no? Cuando vemos que no es así, algo se mueve en el corazón. 

Si has pasado por eso, pues ya me entiendes y si aún no, no quiero desanimarte porque al final cada persona afronta las situaciones de diferentes maneras. 

 

Pero es también alentador porque te das cuenta que estás cumpliendo metas lejos de tu país 💪

Cuando estábamos de regreso a Barcelona y  el capitán anunció el  “bienvenidos a Barcelona”,  la multitud empezó a aplaudir. Todos emocionados (se les notaba en la cara sin mascarilla). Un señor italiano que estaba atrás de mí junto con su familia contaba que se irían a las playas y conocerían la ciudad. Todos en el avión con muchas emociones por la nueva ciudad.

Y esa nueva ciudad es mi segundo hogar. Y a pesar que no era Perú, saber que estaba regresando a Barcelona junto con mis padres y saber que me esperaban en casa me hizo sentir bien y agradecida 🙏🏽

¡Cuántas historias hay de migrantes que lidian con la nostalgia y aún así siguen adelante! Quizás tu historia es una de ellas. Por eso, quisiera saber si algo de este post lo has sentido alguna vez. 

Por cierto, Nápoles nos sorprendió gratamente, hemos caminado mucho, hemos comido helados, pizza margarita, hemos visitado Pompeya, las playas de la costa sorrentina y contemplado al Vesubio a los lejos. Las vacaciones de verano que queríamos.

En un mirador de Nápoles observando el  Mar Tirreno.
El monte Vesubio imponente.

Gracias por llegar hasta aquí. 

Un abrazo cálido.